Iglesia del Dulce Nombre de María en Sevilla
En 1968, durante el primer día del VII Congreso Eucarístico Nacional realizado en Sevilla, el Arzobispo-Cardenal Don José María Bueno Monreal firmó un decreto con el que se erigía a la nueva iglesia del Dulce Nombre de María de la barriada de Bellavista. Un mes después, Don José Antonio Pérez Domínguez de la Rasilla fue nombrado como el primer párroco para dirigir a la feligresía que recibiría la nueva parroquia de Sevilla. La simbólica posesión se produjo en el templo parroquial del Sagrado Corazón, de cuya feligresía se había desprendido la nueva parroquia de la barriada de Bellavista.

Recién creada, el madrinazgo recayó sobre la Hermandad de Nuestro Padre Jesús ante Anás, Santo Cristo del Mayor Dolor y María Santísima del Dulce Nombre, la cual se había fundado en este templo en el mismo tiempo de su erección.
En sus comienzos, la iglesia del Dulce Nombre de María era bastante pequeña, tenía solo nueve metros de superficie, pero con el tiempo se fue ampliando a medida que llegaban más feligreses. Su aspecto actual corresponde a las obras que se llevaron a cabo en 1999, cuando fue levantado el techo y se crearon las demás dependencias parroquiales. Estas obras de adecuación facilitaron el montaje de los pasos de la Hermandad y la salida bajo palio de María Santísima del Dulce Nombre.
Al final la iglesia del Dulce Nombre de María quedó con más salas y espacios para mayor comodidad de la comunidad parroquial. Desde allí hace su salida la hermandad penitencial la hermandad del Dulce Nombre, el viernes de dolores de la semana santa de Sevilla.