La semana santa de Sevilla es una fiesta de interés turístico internacional que atrae a miles de visitantes todos los años, tiene detalles que la hacen muy especial, entre ellos la solemnidad y perfecta organización de sus cortejos. Ellos deben cumplir con los itinerarios y recorridos que se establecen durante el cabildo de la toma de horas, pero hay un recorrido que todas las hermandades deben realizar obligatoriamente, se trata de la carrera oficial que va hasta la catedral.
Estos recorridos procesionales de la semana santa de Sevilla no nacieron de la noche a la mañana, son el resultado de una serie de hitos que se fueron dando a través de los siglos.
Origen y evolución de los recorridos e itinerarios de la Semana Santa de Sevilla
Los recorridos procesionales fueron el génesis de la semana santa de Sevilla, comenzaron hacia el siglo XVI cuando las hermandades realizaban las procesiones por los alrededores de su sede canónica. Este tipo de itinerarios se fueron modificando con el sínodo de 1604, cuando se estipuló que todas las cofradías debían incluir en su recorrido el arribo a la catedral, excepto para aquellas con sede en Triana que le correspondía arribar a la iglesia de Santa Ana.
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En 1777 el gobierno sentó el primer precedente para que se cumpliera dicha orden emitida por el cardenal Niño de Guevara, además de incorporar un sistema más organizado para evitar que muchas cofradías se aglutinaran en un mismo sitio. Para lograr una mejor organización con los recorridos procesionales, el rey Carlos III firmó una Real Orden que constituían la existencia de un tribunal encargado de hacer cumplir el horario del recorrido. El tribunal se debía ubicar en la confluencia de las calles Sierpes con Cerrajería, por allí los cortejos debían transitar de camino a la catedral a la hora señalada.
En 1783 se reunió el Tribunal del Provisor del Arzobispado, la Audiencia y el Cabildo Municipal, con el propósito de hacer de la semana santa de Sevilla algo más organizado. Para ello se dieron a la tarea de trazar los horarios, itinerarios, estaciones y lugares de paso de las numerosas hermandades, siendo este el primer precedente de lo que se conoce en la actualidad como el cabildo de la Toma de Horas.
El siglo XIX no empezó bien para la iglesia católica que tuvo que soportar una desamortización y la Invasión francesa, pero esto en lugar de ser un problema trajo un nuevo renacer para la semana santa de Sevilla, pues a mitad de ese siglo el recorrido oficial fue ampliado haciendo que muchos vieran a la ciudad como un agradable destino turístico de semana santa
Pronto, la semana santa de Sevilla se empezó a promocionar turísticamente gracias a la expansión de su oficial, al ser tan largo y aglomerado, el ayuntamiento dispuso sillas desde la catedral hasta la Cuesta del Rosario. Al principio se mantuvo este recorrido, pero en 1901 fue descartado ya que los pasos eran cada vez más voluminosos y resultaba muy difícil el tránsito por estas calles.
Para darle solución al problema se prohibió el paso por Hernando Colón, y en 1917 se volvió a reorganizar los itinerarios de la carrera oficial de la semana santa de Sevilla. El nuevo recorrido que incluye el paso por La Campana se ha mantenido vigente durante cien años, a la espera de que actualmente sea modificado debido al aumento de los visitantes.